Antonio Ramírez ha puesto en marcha en Burgos varios huertos en los que se dedica a recuperar especies de tomates que han ido desapareciendo. Incansable, generoso es una persona dispuesta a cualquier esfuerzo para tener la mayor colección de tomates , va por 250 variedades, de España.

Después de años tras los fogones, Toño se ha pasado al otro lado, la de guardián de la esencia y del sabor de los tomates.

La busqueda de esa esencia es la que le ha llevado a viajar, siempre que puede a eventos Europeos en los que se encuentran estos «arqueologos y conservadores» de tomates, hortalizas y frutas.

Eventos en los que intercambian semillas olvidadas y en desuso -casi siempre por su baja productividad-, participan en charlas y hacen las delicias de los que buscamos los sabores auténticos y desconocidos por la mayoría.

El destino quiso que su padre se hiciera hace décadas con unos terrenos en la localidad de Pedrosa de Muñó, una pedanía de Estépar, que ahora él y su compañera Rebeca Santos han convertido en un vergel del que nos nutrimos y que son un elemento diferencial de nuestra propuesta gracias a su interés infinito en recuperar especies sea cual sea su productividad y su generosidad en compartirlos.